Moody’s Investors Service descartó que México vaya a perder su grado de inversión en un horizonte cercano, a pesar del reciente recorte que hizo a la calificación soberana del país, sumándose a una acción similar por parte de Fitch y S&P, ya que tiene fortalezas crediticias y la autonomía del Banco de México (Banxico) es un «ancla para conservarlo.La analista soberano de México, Ariane Ortiz-Bollin, refirió que el viernes pasado Moody’s recortó la nota del país de A3 a Baal con perspectiva negativa, con lo cual está aún tres escalones por arriba de grado especulativo, aunque hay riesgo de que baje un poco más. «Dicho esto, hoy por hoy, nosotros no creemos que México va a perder el grado de inversión, claro que sí se puede, pero no es algo que esté en el horizonte cercano, esto es debido a ciertas importantes fortalezas crediticias», añadió. En videoconferencia, destacó que entre estas fortalezas está el nivel bajo y manejable de la deuda del país, una economía grande y diversificada, no hay desbalances macroeconómicos importantes y la autonomía e independencia del Banco de México como «ancla» para mitigar un riesgo de esta naturaleza. No obstante, estimó que el crecimiento en los próximos años va a ser «a lo mucho, 2 por ciento en promedio», lo que significa un deterioro respecto al crecimiento de 2.7 por ciento que México había registrado de 2010 a 2019. Para este año, la evaluadora estima que el PIB de México decrecerá 3.7 por ciento en 2020 y un crecimiento de 0.9 por ciento el próximo año, y si bien para este año hay riesgo de una contracción más pronunciada este año, «eso no significaría que entonces bajáramos todavía más la calificación, pues se enfoca más el crecimiento de mediano plazo. «Es posible que hay una contracción mucho más pronunciada en el 2020 y esto no necesariamente llevaría a un cambio de calificación», subrayó Ortiz- Bollin al precisar que una acción de calificación se mantiene entre 12 o 18 meses, pero si hay elementos nuevos, Moody’s podría tomar una decisión antes. Recordó que la agencia evaluadora decidió el viernes pasado bajar la calificación de México de A3 a Baal y mantuvo la perspectiva negativa, por tres razones: las perspectivas de crecimiento a mediano plazo se han deteriorado. Además, las dificultades financieras y operativas de Pemex está afectando la fortaleza fiscal del país, así como el deterioro en el marco de políticas públicas y en la capacidad institucional del Gobierno para enfrentar estos choques. IMEF NO PREVÉ IMPACTO EN BO- NOS. La degradación de la calificación de Pemex no provocará una venta masiva de bonos de la petrolera, pues el mercado ya contemplaba este recorte, aseguró Gabriel Casillas, presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). En videoconferencia, precisó sí se esperan salidas de bajas cantidades, como de unos dos mil millones de dólares, pero no son graves si se considera el nivel de deuda de Pemex. «No vemos una salida fuerte. Pensaríamos que la tasa en el mercado de bonos puede regresar al máximo de 12 por ciento, pero no sería más que eso. Ésta seguramente subió a más del doble, porque los inversionistas previeron la baja en la calificación y vendieron antes», sostuvo. 3.7 Por ciento decrecerá economía: Moody’s eltíp La economía mexicana mantendrá un bajo crecimiento de 2% promedio anual entre 2021 y 2023, pese el choque por el Covid-19, pero menor aet2.7 por ciento entre 2010 y 2019.

Fuente: La Razón de México, Información ,México ,Ivonne Martínez y Ana Martínez, P 15