Ayudan apps a equilibrar trabajo y vida personal

Las oficinas no esenciales en San Francisco cerraron hace 22 semanas, y mi esposo, Will, y yo hemos estado trabajando desde casa desde entonces.

En un principio, compartir nuestro departamento de 37 metros cuadrados fue una coreografía delicada. Usar audífonos de cancelación de ruido hacía que levantáramos demasiado la voz. ¿Dos juntas vía Zoom al mismo tiempo? ¡Ja!, nuestro endeble internet residencial chisporroteaba mientras veíamos nuestras transmisiones en video convertirse en arte pixelado.