Estados Unidos pretende imponer disposiciones para prohibir y restringir telas y prendas de vestir que se elaboren con materiales que no sean de la región (de México, Canadá o Estados Unidos), por lo que los empresarios del ramo de las tres naciones pidieron no distorsionar la operación comercial exitosa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y en cambio, sí controlar el comercio desleal proveniente de Asia.
Debido a que estas industrias manufactureras generan un gran número de empleos, el gobierno de Donald Trump pretende modificar las reglas de origen del ramo textil-confección para no permitir la incorporación de insumos de otras regiones, que pondría en riesgo al sector de la región porque resultaría muy costoso producir hilados de otras regiones del mundo, coincidieron empresarios.
México es el principal exportador de pantalones de mezclilla para Estados Unidos, con insumos (algodón) proveniente del mercado estadounidense, y otros como licras provenientes de Asia, lo que ha permitido una producción de cadenas de valor y una ecuación perfecta.
El problema a discutir entre las tres naciones no es el comercio legal ni la integración de contenidos de la región, sino las triangulaciones y el contrabando técnico de origen asiático realizado por el mercado estadounidense y que llegan a México a inundar, afectando el empleo y quebrara las empresas por dejarlas en condiciones desiguales con precios irrisorios.
«La relación comercial de América del Norte requiere fortalecer las aduanas para evitar prácticas desleales», dijo un empresario que prefirió el anonimato.
Abundó que el comercio de ropa usada es un tema delicado porque está prohibido en el TLCAN por asuntos sanitarios; sin embargo, a México llegan las llamadas pacas (bultos) de prendas de vestir de manera ilegal para ser vendidas 135 millones de unidades en tianguis y en zonas rurales o de pobreza extrema.
La senadora perredista Dolores Padierna reprobó la postura estadounidense de prohibirle a los textileros o productores de ropa mexicanos usar materia prima de otro país o región del mundo, porque «sería ponerlos en la elevación de costos, porque México está importando insumos (materia prima, hilo, seda y telas de otros países), no necesariamente de la región norteamericana».
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canacintex), no existe la necesidad de modificar las reglas de origen, porque México y Estados Unidos son complementarios, mientras la industria estadounidense es la mayor productora de algodón y telas sofisticadas, México provee de prendas de vestir como camisas, blancos, pantalones, ropa de bebé, entre otros.
En tanto, el Consejo Nacional de Organizaciones Textiles de EU informó que el sector textil estadounidense tiene una capacidad demostrada para desarrollar mercados de exportación dentro de la región del TLCAN.
(Fuente: El Economista, Información ,Empresas y Negocios ,Lilia González, P28, 21/08/2017)