Prestaciones básicas como aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo y reparto de utilidades son un lujo para los trabajadores en México. A pesar de estar incluidas en la Ley Federal del Trabajo, en el País, sólo 6.6 millones de personas las perciben, de un total de 36.8 millones del personal subordinado y remunerado, según datos de Inegi al segundo trimestre de 2018.
En tanto, 15.7 millones gozan sólo de alguna de esas prestaciones, mientras que quienes carecen de ellas suman 14.1 millones, lo cual raya en la informalidad.
Otros beneficios adicionales como caja de ahorro y préstamos personales son una realidad para 8.5 millones de trabajadores, solamente.
Además, el seguro de vida o seguro privado para gastos médicos lo reciben únicamente 7.6 millones de trabajadores, contra 28.7 millones que no lo perciben.
Para los expertos, la precariedad de las condiciones laborales caracterizan al sexenio que termina.
«En la Administración de Enrique Peña Nieto, la precariedad en las condiciones laborales, con población sin seguridad social, contratación no permanente y sin prestaciones, se vio acompañada de creación de puestos de trabajo con menores salarios y destrucción de empleos con mayores remuneraciones», señaló Miguel Reyes, del Observatorio de Salarios.
Los trabajadores en condiciones de precariedad salarial y por ende, carentes de prestaciones, laboran en la industria manufacturera, la construcción, el comercio, los servicios y el sector primario, y su salario promedio es de 3 mil 545 pesos al mes.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, 13 de Noviembre, 2018