El Servicio de Administración Tributaria (SAT) intensificará sus campañas de fiscalización a 8 mil 426 grandes contribuyentes, pues a algunos de ellos les ha detectado prácticas cada vez más sofisticadas de elusión e incluso de evasión de impuestos.
Eduardo Díaz Guzmán, administrador central de planeación y programación de fiscalización a grandes contribuyentes del SAT, explicó que aun cuando el universo de grandes contribuyentes es pequeño, entre los que están empresas nacionales y extranjeras, los primeros tres deciles de ese segmento acaparan el 69 por ciento del total de ingresos acumulables que aportan.
«En este segmento hay muchas posibilidades de recaudación, pues tan sólo en el 2016 sus ingresos acumulables alcanzaron los 16 billones de pesos, o sea, 16 millones de millones», sostuvo.
«Muchos de estos contribuyentes inventan deducciones, por lo que quienes más venden, pagan menos impuestos».
Al participar el viernes en el Cuarto Congreso Internacional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos Región Norte, consideró que es muy «sospechoso» que los 2 mil 238 contribuyentes de los tres decíles superiores de ingresos en México arrojen pérdidas por 357 mil millones de pesos entre el 2007 y el 2016, siendo que ese universo se mantuvo constante.
Indicó que el SAT investiga algunos procedimientos indebidos conforme a un manual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) para pasarlos a la administración de fiscalización de grandes contribuyentes.
Entre ellos, refirió la amortización de pérdidas de ejercicios anteriores, por 850 mil millones de pesos, y el crecimiento exagerado de importaciones desde países como Luxemburgo.
Georgina Arias Ramírez, administradora general de grandes contribuyentes del SAT, dijo que luego de un análisis del área de programación, que ella encabeza, programa auditorías.
«Es normal que las empresas que generan empleos en un 90 por ciento de los casos realicen una planeación fiscal para pagar lo menos que se puede en impuestos, pero algunas prácticas son indebidas».
Entre éstas mencionó las deducciones anticipadas por la venta del usufructo de inmuebles, como es la renta, o acciones que generan dividendos, y al tratarse de un activo intangible por ser diferido su goce, el contribuyente obtiene una deducción de 15 por ciento, en lugar de una depreciación del 5 por ciento.
Una práctica más que señaló fue la que llamó «escisiones sucias» entre empresas para trasladarle activos o pasivos para que una subsidiaria tenga un capital negativo, lo que arroja supuestas pérdidas para la empresa contribuyente.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Agosto 21, 2017