Los precios internacionales de los productos alimenticios cayeron en junio por primera vez en 2018, ya que las tensiones comerciales afectaron a los mercados, incluso con perspectivas de producción mundial a la baja, informó hoy la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de precios de los alimentos de la FAO tuvo un promedio de 173.7 puntos en junio, un 1.3 por ciento menos respecto a su nivel de mayo. La disminución obedeció sobre todo a unos precios de referencia más bajos para el trigo, el maíz y los aceites vegetales, incluyendo los elaborados con soja.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es una medida de la variación mensual de los costos internacionales de una canasta de productos alimenticios.
El precio de los cereales cayó 3.7 por ciento a nivel mensual. A pesar del empeoramiento general de las perspectivas de producción para los principales cereales, hubo “descensos relativamente pronunciados” en los precios internacionales del maíz y del trigo, reflejo del aumento de las tensiones comerciales. Por el contrario, los costos del arroz aumentaron.
El costo de los aceites disminuyó 3.0 por ciento en relación a mayo, hasta alcanzar su nivel mínimo de 29 meses. Bajaron igualmente los montos de los aceites de palma, soja y girasol.
El aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China lastró de forma especial los precios de exportación de origen estadunidense, liderados por la soja, con la fortaleza del dólar ejerciendo una mayor presión a la baja.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO disminuyó 0.9 por ciento, debido a que las menores cotizaciones de los quesos -que reflejan mayores disponibilidades de exportación en la Unión Europea y Estados Unidos- compensaron con creces el aumento de los precios de la leche en polvo descremada.
El índice de precios de la carne de la FAO subió 0.3 por ciento en relación a mayo, liderado por un aumento en los valores de la carne ovina y porcina.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió por su parte 1.2 por ciento, revirtiendo seis descensos mensuales consecutivos, debido principalmente a la inquietud de que el clima seco en Brasil -el mayor productor y exportador de azúcar del mundo-, afecte negativamente a los rendimientos y la producción de la caña de azúcar.
La FAO actualizó también su pronóstico para la producción mundial de cereales de este año, fijado ahora en dos mil 586 millones de toneladas, que son 64.5 millones de toneladas (un 2.4 por ciento) menos que la producción récord de 2017.
El nuevo pronóstico emitido hoy en la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales es de 24 millones de toneladas menos de lo proyectado por la FAO el mes pasado, reflejando las menores perspectivas de producción de trigo en la Unión Europea y trigo y cereales secundarios en Rusia y Ucrania.
Se pronostica que la utilización mundial de cereales aumentará a dos mil 641 millones de toneladas en 2018/19.
Dado que se prevé que la utilización supere a la nueva producción, las existencias mundiales de cereales acumuladas en las últimas cinco temporadas tendrán que reducirse en alrededor de 7.0 por ciento desde sus niveles de apertura de temporada.
Esto debería dar como resultado que el ratio entre existencias mundiales de cereales y su utilización caiga al 27.7 por ciento, lo que representa la primera disminución en cuatro años -baja desde el 30,6 por ciento-, aunque todavía muy por encima del mínimo histórico del 20.4 por ciento registrado en la temporada 2007/08.
Se espera que la reducción de los inventarios sea mayor para el maíz, mientras que las existencias de arroz deberían de aumentar por tercer año consecutivo.
En lo relativo al comercio mundial de cereales, las previsiones indican que se mantenga en general sólido también en 2018/19, cercano al nivel casi récord de 2017/18.
(Fuente: Notimex / Distrito Federal / Internet, Información, 09:22, 05/07/2018)