Los ingresos promedio de los hogares en el País superan por 4 a los de sectores vulnerables como las personas con discapacidad e indígenas. Asimismo, hay grandes diferencias por género: entre más hijos tienen, las mujeres ganan menos, mientras que en el caso de los hombres el menor ingreso es entre los que no tienen hijos. Los mexicanos hacen del trabajo su principal fuente de ingresos, independientemente del decil en el que se encuentren.
Mientras que las trasferencias son más de un tercio en los hogares con los mejores ingresos, estás se reducen a 13.7 por ciento en el decil con los mayores ingresos, los cuales obtienen poco más de una décima parte de sus ingresos de ganancias de cooperativas, de empresas y del arrendamiento de activos.
Mientras que los mexicanos con menores ingresos destinan la mitad de sus gastos a alimentos y bebidas, los de mayor ingreso sólo lo hacen en una cuarta parte.
Entre alimentos, servicios educativos y transporte, al decil 10 se le va el 58.8 de sus gastos, mientras que el decil 1 destina el 66.6 por ciento del total.
En el País se contabilizan 83.55 millones de personas perceptoras de ingresos, de las cuales el 8.66 por ciento tiene alguna discapacidad.
Los ingresos de personas con discapacidad en el País son en promedio de poco más de 11 mil pesos trimestrales. Este sector cuenta con menores tasas de participación laboral y cuando están ocupadas suelen no tener prestaciones básicas y seguridad social.
En tanto, las personas que se consideran indígenas perciben el 71 por ciento de los ingresos de un mexicano promedio. En este sector de la población, la brecha de género resalta, pues las mujeres sólo reciben el 52 por ciento del promedio, mientras que un hombre indígena percibe el 89 por ciento.
La desigualdad de ingresos entre hombres y mujeres es una constante en el País.
Las mujeres representan sólo el 38 por ciento de la riqueza del capital humano, desigualdad que representa un obstáculo para el crecimiento económico.
Además, las mujeres tienen ingresos menores en todas las categorías de edad y de número de hijos respecto a los hombres.
La diferencia más amplia se encuentra en la que se contabilizan 2 hijos con casi 14 mil pesos, pues cuando ninguno tiene hijos, la variación más baja es de casi 4 mil pesos.
Además de que las mujeres reciben menores ingresos que los hombres en cuanto a la edad, el número de hijos y si son indígenas, la desigualdad permea hasta en el nivel de posgrado, donde la diferencia entre ambos géneros es la más amplia en cuanto escolaridad, con 47 mil 518 pesos al trimestre.
A nivel nacional, el ingreso promedio de los hogares es de 49 mil 610 pesos. De las 32 entidades federativas, 14 se encuentran arriba del promedio nacional y 18 debajo de este nivel.
Entre la zona rural y urbana existe una diferencia de más de 285 mil pesos, mientras que en la primera el ingreso es de 30 mil pesos, en la urbana es de más de 55 mil pesos.
Por gasto, las entidades con ingresos menores gastan más proporción de dichos ingresos en alimentación. En el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca éste es de más del 40 por ciento, mientras que en la Ciudad de México, Nuevo León y Baja California es en promedio del 32 por ciento.
El índice de Gini es una herramienta usada internacionalmente para medir el grado de desigualdad en los ingresos de la población.
México, avanzó ligeramente en los últimos dos años, mientras que a nivel global, países como Noruega, Islandia y Dinamarca tienen los mejores niveles, de menos de 0.3 puntos.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Agosto 07, 2019