China abrirá más su economía, al tiempo que permitirá que firmas extranjeras y nacionales compitan en igualdad, afirmó el primer ministro Li Keqiang. Beijing aumentará el acceso a sus sectores de servicios y manufactura, a la vez que reducirá los aranceles de importación, dijo Li en una conferencia de prensa en Beijing, según Reuters.
La economía de China ha estado tan integrada con la del mundo que cerrar la puerta a ella significaría bloquear nuestro camino hacia el desarrollo”, comentó Li. Expresó su rechazo a una guerra comercial entre Pekín y Washington. “Se ha hablado mucho últimamente de una eventual guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero no tendría sentido alguno, no beneficiaría a ninguna parte”, agregó.
Su declaración va en línea con la del ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, quien el 8 de marzo exhortó al gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, a evitar una escalada de contraataques en el comercio internacional, como consecuencia de la imposición unilateral de aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio.
Elegir una guerra comercial es, sin duda, la receta incorrecta”, dijo Wang. En contraposición, un informe del Congreso estadounidense indica que, a pesar del compromiso declarado por el presidente de China, Xi Jinping, en el 2013, para permitir que las fuerzas del mercado jueguen “un papel decisivo” en la economía, la liberalización genuina en ese país no sólo se ha estancado, sino que también ha retrocedido.
Para estimular la economía, destacó, el gobierno de China sigue confiando en viejos recursos, como la inversión en infraestructura y bienes raíces y en la financiación del sector estatal en detrimento de la empresa privada y la orientación al mercado. También planteó que la cantidad de crédito que el gobierno chino está inyectando a la economía se ha incrementado a niveles no vistos desde la crisis financiera mundial y la deuda corporativa ha seguido escalando a nuevas alturas, al tiempo que el gobierno chino está expandiendo drásticamente la inversión en nuevas tecnologías e industrias.
El mismo 8 de marzo, Trump difundió este tuit: “Cuando un país (Estados Unidos) está perdiendo miles de millones de dólares en comercio virtualmente con cada país con el que tiene negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”.
El término de “guerra”, a juicio de Li, “se contradice de raíz con los principios fundamentales del comercio, en el que las partes deben mantener conversaciones y consultas, recurriendo al diálogo para resolver sus litigios”.
(Fuente: El Economista / Internet, Información, 02:40, 21/03/2018)