Tras 11 años de la última inclusión de un salario mínimo profesional y cinco años de la última modificación al listado, que año con año ajusta la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), es indispensable revisar la vigencia de las profesiones, oficios y trabajos especiales y, en su caso, actualizarla para garantizar su correcto funcionamiento y la protección de los derechos laborales de la población en ocupaciones vulnerables. Así lo determinó la presidencia de la Conasami, que encabeza Andrés Peñaloza Méndez, luego de que el Sistema de Salarios Mínimos Profesionales se viera impactado en los últimos años por los cambios tecnológicos que han dado origen a una reconfiguración del mercado laboral.

La brecha que existe entre los salarios mínimos y los profesionales es de 16.1%, cuando en el 2016, fecha en la que alcanzó el máximo, era de 44 por ciento. Actualmente, el listado con el que cuenta la Conasami incluye 59 profesiones y oficios, reduciendo la presencia y relevancia de algunas ocupaciones, en algunos casos desapareciéndolas y creando otras, sostuvo Peñaloza. Cabe señalar que el Sistema de Salarios Mínimos Profesionales tiene su fundamento en el mandato constitucional del Artículo 123, mediante una reforma en 1962, misma con la que se creó la Conasami y 111 comisiones regionales, siendo éstas las encargadas de proponer montos para los salarios mínimos general y profesional de cada región, ratificados por el Consejo de Representantes de la Conasami.

A lo largo de su existencia, el sistema ha registrado la fijación de salarios mínimos para 95 profesiones, oficios o trabajos especiales diferentes, de los cuales 32 se han eliminado, cuatro han cambiado de nombre y dos se han fusionado en uno.

La primera fijación se realizó en 1966 y la última adición ocurrió en el 2008. Desde el 2014, el Sistema cuenta con 59 categorías. De acuerdo con la Conasami, que arrancó oficialmente con el análisis, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, excluyendo a la Zona Libre de la Frontera Norte, indican que en el país es posible identificar a 3.9 millones de personas en alguna ocupación incluida en el Sistema de Salarios Mínimos Profesionales. “Quienes han participado o participan en las diferentes profesiones u oficios han visto mermado su ingreso”, dijo el presidente de la Conasami. “En 1966 los salarios mínimos profesionales se encontraban, en promedio, 28.3% por arriba de los salarios mínimos generales.

La brecha alcanzó su máximo en el 2016, al representar 44 por ciento”. Sin embargo, al iniciarse el proceso de recuperación del salario mínimo general con la implementación del Monto Independiente de Recuperación, los mínimos profesionales han recibido incrementos cercanos a la  inflación, con lo que la brecha se ha reducido a tan sólo 16.1 por ciento. En municipios de la Zona Libre de la Frontera Norte, sólo dos de las 59 categorías de salarios profesionales están por arriba de 176 pesos fijados a partir del 1 de enero del 2019.

(Fuente: El Economista / Internet, Información, 00:02, 07/10/2019)