En septiembre la percepción de las familias sobre su situación económica y la del país reportó un incremento respecto a agosto, con lo que acumula cuatro meses consecutivos al alza, por la reanudación de las actividades productivas y comerciales en medio de la pandemia del Covid-19.
El Indicador de confianza del consumidor elaborado de manera conjunta por el Inegi y el Banco de México mostró un crecimiento mensual de 11 puntos el mes pasado, con base en cifras ajustadas por estacionalidad, recuperación que registra desde junio.
Pese a ello, todavía se encuentra 9.1 puntos debajo del nivel reportado un año antes.
«Este es el segundo mayor incremento después de haber comenzado la reapertura, sólo detrás del visto en julio.
Si bien la confianza se mantiene baja con relación al periodo previo a la pandemia, consideramos que la recuperación es positiva en el margen, reflejando poco a poco una mayor apertura de la economía y la recuperación, aunque lenta, de los fundamentales para el consumo», comentó Juan Carlos Alderete, economista sénior de Banorte.
En el periodo que se reporta hubo aumentos mensuales en los cinco componentes.
En específico, las categorías con mejor desempeño fueron sobre las condiciones futuras, tanto para hogares, con un alza mensual de 2.2 unidades, así como para el país, con un alza de 1.1 unidades.
Ese comportamiento está asociado a un mayor optimismo en torno al fin de la pandemia.
En este sentido, ambas categorías han sido las que más se han aproximado a los niveles vistos antes de la emergencia sanitaria.
La percepción sobre las condiciones actuales mejoró durante septiembre de manera más moderada: la del país avanzó 0.8 unidades y la de los hogares 0.5 puntos.
A diferencia de las evaluaciones sobre el futuro, estas categorías parecen reflejar más de cerca las difíciles condiciones económicas, con avances más acotados desde la reapertura.
Finalmente, el componente de la opinión sobre las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para efectuar compras de bienes durables como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos se incrementó en 0.4 puntos con relación al nivel reportado en agosto.
Este sigue siendo el componente más afectado tras la pandemia, lo cual es consistente con los choques recientes.
En primer lugar, el deterioro de los fundamentales para el consumo, principalmente el empleo, resultó en un primer impacto, lo cual se exacerbó tras el alza en inflación, especialmente en categorías como los alimentos, explicó Alderete.
En opinión del especialista, los datos corroboran que lo peor ya quedó atrás, tanto para las condiciones de empleo como para la actividad económica.
¿ Pulso económico La percepción de los hogares sobre su situación y la del país mejora desde que comenzó la reapertura.
Fuente: Inegi
Fuente: El Universal, Información ,Cartera ,Ruben Migueles, P23, 06/10/2020