Para la startup binacional MicroRio, la apuesta es crear bolsas de plástico biodegradable a base de una bacteria que se alimenta de gas natural y que en precio sea similar al del plástico convencional.

Teófilo Tijerina, CEO de MicroRio, explicó que el beneficio al medio ambiente es que no es contaminante, pues en cuestión de días puede desintegrarse sin dañar la naturaleza, mientras que al plástico común le toma miles de años.

«El proyecto tiene como base una tecnología desarrollada en la Universidad de Stanford en donde les pedí los derechos para comercializar esta tecnología a nivel mundial. Consiste en producir un bioplástico usando como materia prima el gas natural y esto es lo diferente en la industria.

«Actualmente los bioplásticos provienen del maíz, de plantas, de aceites, y son muy caros porque la materia prima es muy cara. Esta tecnología tiene la promesa de producir un plástico a un precio muy competitivo contra los plásticos de petróleo».

Explicó que la forma de obtener la materia prima es a través de una bacteria que se alimenta del gas natural y produce dentro de ella un polímero llamado PHA (polihidroxialcanoato), el cual es separado de este microorganismo y se procesa para formar un plástico para diversas aplicaciones.

«Básicamente es como si prepararas yogur (el cual se obtiene a través del proceso de fermentación producido por bacterias)», destacó Luis Mario Rodríguez, jefe de Tecnología de MicroRio.

Fuente: Reforma Sección Negocios, Diciembre 10, 2018