KPMG recomienda nuevas fuentes de crédito para seguir operando ahora y en el futuro Las empresas en México están enfrentando un problema de liquidez debido al impacto de la pandemia, por lo que están buscando nuevas fuentes de financiamiento para seguir operando en el corto y mediano plazo.
Federico Hernández, socio de Finanzas Corporativas de KPMG en México, recordó que la crisis sanitaria tiene parada a casi todas las economías en el mundo, generando presiones para el sector empresarial.
Esto porque, para tratar de limitar el contagio de covid-19, se tienen limitaciones en la producción y en el acceso a materias primas; hay una disminución de la demanda; una depreciación del tipo de cambio y restricciones de cobranza que afectan el flujo de efectivo de las compañías de todos los tamaños.
«A veces las empresas no quiebran por insolvencia, que es cuando los activos no alcanzan a pagar los pasivos, sino por una situación de liquidez que es no tener el dinero para pagar a empleados, la renta, los impuestos o a los proveedores», explicó al platicar con Excélsior.
Por esto es que las empresas mexicanas están buscando la inyección de nuevos recursos o realizar procesos de refinanciamiento para estabilizar su flujo de efectivo y continuar operando.
Lo anterior se refleja en el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2020 de KPMG, ya que 51% de los encuestados indicó que requerirá financiamiento externo para consolidar su crecimiento durante 2020.
El estudio también reveló que la primera opción para obtener recursos serán las instituciones financieras, aunque el problema es que 40% no cuenta con un plan integral de administración de riesgos.
¿CÓMO HACERLO BIEN? Dicho plan es clave para que las empresas no se sobreendeuden y/o logren refinanciar en buenos términos porque determina la capacidad para hacer frente a nuevos compromisos financieros o si se pueden cumplir nuevos términos y condiciones.
Lo primero, de acuerdo con Hernández, es tener claridad con respecto al flujo de efectivo disponible, es decir, cuáles son los ingresos realizables a corto plazo y contrastarlos con los compromisos operativos, necesidades de capital de trabajo, inversiones y obligaciones financieras a corto y mediano plazo.
«El resultado de este análisis ilustrará a detalle la liquidez necesaria de la empresa en los próximos meses, así como el monto necesario de financiamiento y los posibles escenarios de refinanciamiento», detalló.
Lo siguiente es elegir la o las fuentes de liquidez entre las que se encuentran contratar líneas de crédito o ampliar algunas ya establecidas, renegociar contratos de arrendamiento, vender activos no estratégicos, reestructurar contratos de crédito o acudir a los fondos privados de capital.
Todo esto sin olvidar tener una comunicación proactiva, transparente y concreta con las instituciones financieras, los proveedores, arrendadores, empleados y otros jugadores del ecosistema de la empresa.
LAS OPCIONES El socio de Finanzas Corporativas de KPMG en Méxicó consideró que las compañías grandes que tienen más posibilidades de allegarse recursos para seguir operando, en comparación a las empresas pequeñas y medianas.
«Éstas probablemente ya han tenido una línea de financiamiento y tienen un acercamiento mayor con sus proveedores y con el banco», consideró.
Esto les permitiría obtener nuevos créditos, refinanciar aquellos ya contratados o hasta acordar nuevos términos y condiciones con sus acreedores o proveedores.
Incluso tienen la oportunidad de acceder a nuevas fuentes de recursos como jos fondos de capital de riesgo privado, un ecosistema que se desarrolló en México desde principios de la década de los 90.
Éstos manejan dinero de fondos de pensiones, instituciones de seguros, gobiernos soberanos o gente acaudalada que quieren invertir en empresas desde 10 mil dólares hasta 500 millones de dólares y en una variedad de industrias como hospitales, educación, tecnología o bienes raíces.
Hernández consideró que se trata de una buena fuente de financiamiento, pero las empresas deben analizar muy bien si lo usan o no.
Los fondos pueden invertir de varias maneras como préstamos simples o préstamos convertibles a capital, esto último significa que el monto puede convertirse en acciones y dar a los inversionistas peso en las decisiones de la empresa, algo que no siempre es bienvenido.
Además, es posible que estos fondos limiten los proyectos o el tipo de industrias que apoyarán debido a la situación actual, por ejemplo, buscarán a aquellas que puedan salir adelante una vez que termine la pandemia.
LO QUE VIENE «Creemos que sí va a haber un sobreendeudamiento de las empresas y que podría ayudar que el Banco de México esté bajando la tasa de interés», advirtió el especialista.
Esto porque, aunque el banco central reduzca la tasa de referencia, las instituciones financieras pueden mantener líneas de crédito con tasas altas porque la demanda ¿s muy fuerte, y muchas de las empresas requieren liquidez.
Ante esto, espera qují la reactivación económica5fbmience pronto para quettos años 2021 y 2022 no seanrt^n difíciles de sobrellevar.
Fuente: Excélsior, Información ,Dinero ,Aura Hernández, P 5