La guerra comercial del Gobierno de Estados Unidos contra China ha resultado en un gran golpe de suerte para otro país al que el Presidente Donald Trump ha embestido con frecuencia: México. El País ha visto grandes ganancias en sus exportaciones a EU en categorías en las que los productos chinos se vieron frenados con los aranceles por hasta 250 mil millones de dólares que Trump les impuso el año pasado.

Así, ya sea por empresas que se desplazaron al País o por las ya instaladas que aprovecharon la coyuntura, el total de las exportaciones de bienes de México a la Unión Americana subió 10 por ciento en el 2018, el crecimiento más rápido en siete años, a casi 350 mil millones de dólares.

Por ejemplo, la china Fuling Global, fabricante de utensilios para restaurantes de EU, decidió abrir una fábrica de 4 millones de dólares en Monterrey.

En julio comenzará a enviar millones de popotes, vasos y platos de plástico y cartón a través de la frontera.

«Tuvimos que buscar otras formas de hacer negocios», expuso Gilbert Lee, director financiero de Fuling, al señalar que en México evitará los aranceles y compensará la mano de obra mexicana más cara que la china con menores costos de envío.

Antes de ella, los aranceles de Trump a minerales metálicos y sus derivados de China ocasionaron que en el 2018 sus ventas a Estados Unudis se hundieran en un cuarto, mientras que los envíos desde México aumentaron a más del doble.

En productos de aluminio, China borró exportaciones por 500 millones de dólares, pero México vio un aumento del 20 por ciento.

La guerra comercial también hizo que EU dependiera más de productos del campo mexicanos.

Luego de que las exportaciones de dientes de ajo pelados de China cayeron 25 por ciento con los aranceles, las de México aumentaron 54 por ciento.

Incluso las pequeñas empresas en México se beneficiaron.

Después de que EU aplicó aranceles de 10 por ciento al hilo de seda, una de las exportaciones icónicas de China, los envíos desde México saltaron de prácticamente nada, sólo 5 mil 500 dólares en el 2017, a 1.6 millones de dólares el año pasado.

Dados los reiterados ataques de Trump a México -por supuestamente arrebatar empleos de EU-, la situación ha dado es un giro irónico, apuntó Alan Russell, director ejecutivo de Tecma Group, una firma de El Paso, Texas, que ayuda a las empresas a abrir y administrar fábricas en México.

«Es un caso de consecuencias no planeadas», sostuvo.

Pero el golpe de México podría ser de corta duración si EU y China logran su propio acuerdo comercial, reduciendo el interés para mover la producción a territorio mexicano.

Otro tropiezo podría ser el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha sacudido la confianza de los inversionistas al cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México.

Fuente: Reforma, Sección Negocios, Marzo 28, 2019