El futuro económico para México se complica más, advierten analistas. Ahora es por la posible aprobación de una reforma fiscal en Estados Unidos que considera reducir la tasa del impuesto corporativo de 35 a 21 por ciento a partir del 1 de enero de 2018.
El pasado 15 de diciembre circuló una versión que pretende ser la final de la ley fiscal de ese país, misma que ya ha sido ajustada tanto por la Cámara de Representantes como por la de Senadores, y la cual tiene como pieza fundamental reducir el impuesto que pagan las empresas.
Si bien la propuesta inicial de los senadores es que un gravamen de 20 por ciento entre en vigor hasta 2019, ha prevalecido la propuesta de los representantes para que la modificación sea inmediata, pero de 21 por ciento.
«Que Estados Unidos tome esta medida va a crear presión sobre México, y otros países también, para que reconsideren sus tasas corporativas, para que se adopten medidas que lleven a reducir los costos para las empresas», explicó Juan Carlos Hidalgo, analista del Instituto Cato.
Con una de las tasas corporativas más bajas en el mundo desarrollado, EU eleva la competividad de factores que ya tiene, como el nivel de infraestructura e innovación.
Si bien México cuenta con factores que jugarán a su favor, como el costo de mano de obra, que una tasa más baja entre en vigor de inmediato tendrá efectos sobre la economía del País, añadió.
Para el Consejo Coordinador Empresarial, esta reforma puede reducir los incentivos para invertir en el País.
El organismo considera que esta reforma es uno de los importantes desafíos para México en el próximo año.
Al hacer un balance sobre la economía en 2017, el sector privado añadió que si bien el año termina con un entorno estable otro de los desafíos externos será la modernización del TLC y la incertidumbre que generan las negociaciones.
Jorge García, socio del área de impuestos de EY México, explicó que a la luz de los efectos que tendrá la reforma en el País, llega el momento de revisar el sistema fiscal mexicano y mejorarlo.
«Se debe ampliar la base de los contribuyentes, ampliar un sistema fiscal competitivo que permita la reinversión de utilidades y fomente la investigación y el desarrollo.
«Además, se requiere un sistema fiscal que no descanse únicamente en el impuesto sobre la renta, sobre las utilidades, sino también en impuestos indirectos, como al Valor Agregado», indicó.
La expectativa es que la propuesta de ley se discuta y vote durante el transcurso de hoy y mañana, para que el Presidente Donald Trump la firme antes del próximo lunes.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Diciembre 19, 2017