Este año es fundamental tener claro el entorno que enfrenta la economía mexicana, con el objetivo de plantear mejores políticas públicas para mantener la fortaleza macroeconómica y estimular el crecimiento, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp). En un análisis ejecutivo indica que se tiene que poner mayor atención en los efectos de la resolución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y en la reforma fiscal de Estados Unidos.
La preocupación este año aumenta con las presiones inflacionarias provenientes del ajuste en los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, donde resaltan los aumentos al gas.
«Aunado a ello se tienen las presiones cambiarías que pueden incidir negativamente en la inflación subyacente, al limitar la posibilidad de que modere su ritmo de crecimiento», indica.
El Ceesp señala que en la última encuesta que realizó el Banco de México en 2017, el promedio del pronóstico de inflación para 2018 volvió a ajustarse al alza, para ubicarse en 3.96 por ciento.
En ese contexto, destaca que aumenta la posibilidad de que el Banco de México tenga que elevar sus tasas de interés, lo que ayudará a mantener la tenencia de valores gubernamentales en poder de no residentes.
Añade que con el alza de tasas se puede reducir el déficit de cuenta corriente, cuidar las reservas internacionales y proteger el poder adquisitivo, «aunque por otro lado pude tener un efecto negativo en el consumo y la inversión».
Aunque no hay resultados para 2017, la información disponible sobre los indicadores económicos refleja un debilitamiento hacia finales del año, lo que propiciará que la tasa de crecimiento se ubique por debajo de lo anticipado, además de generar un deterioro de las expectativas para 2018, añade.
«Sobre todo por el efecto del significativo ajuste de los precios de combustibles y no solo de la gasolina, sino del gas doméstico, que tendrá un impacto importante en el ingreso de las familias», resalta.
El Ceesp hizo énfasis en la importancia de una interpretación correcta de la evolución de las variables económicas, ya que es fundamental para evitar escenarios que pueden generar un ambiente de confianza volátil, «que en el corto o mediano plazos pueda revertirse y jugar un papel contra la inversión y el consumo».
«A pesar de su modesto ritmo de avance, la economía mexicana ha mantenido cifras positivas desde 2010, consolidándose como un | factor importante de la fortaleza macroeconómica, aunque es evidente que se requieren mayores tasas de crecimiento de manera sostenida, con el objetivo de mejorar el nivel de bienestar de los hogares», indica el Ceesp.
A pesar de su modesto avance, la economía ha mantenido cifras positivas desde 2010 Precios de combustibles y gas doméstico deterioran las expectativas.
(Fuente: Milenio Diario, Información ,Negocios ,Eduardo de la Rosa, P27, 08/01/2018)