Representantes de la IP y de sindicatos en México sostuvieron que detrás de los movimientos sindicales en el País está la mano de organismos laborales estadounidenses con el fin de desestabilizar y propiciar el cierre de empresas para que se vayan a Estados Unidos. Octavio Carvajal Bustamante, presidente de Comisión del Trabajo de la Concamin, expuso que esa injerencia se está viendo en la negociación de los contratos colectivos de trabajo en México.
«Algunos personajes de nuestro País están muy cerca de ellos. Podríamos dar un nombre, pero quizá sea peyorativo o inadecuado que lo hiciera en este momento, pero sí hay alguien en este momento que está muy cerca de los sindicatos americanos con el ánimo de influir en esta forma de negociación colectiva. Su objetivo es destruir».
Señaló que ese fue el caso de Matamoros, en donde hubo una «mano extraña» de algún sindicato estadounidense que seguramente financió a la abogada que promovió los paros laborales que provocaron la pérdida de 5 mil empleos en la industria maquiladora.
«Tuvo su apoyo del otro lado, no les cobró más que a los que corrieron, ¿y quién financió todos esos tiempos importantes? Pues personajes del otro lado de la frontera».
Tereso Medina, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Siderúrgica, Minerometalúrgica, Automotriz y de Autopartes, de la CTM, coincidió en que sindicatos estadounidenses arman conflictos laborales para desestabilizar y crear quiebras de empresas en México.
«Y voy a decirlo abiertamente: Lo hacen a través del líder de la Confederación Internacional de Trabajadores, la que encabeza el Senador Napoleón Gómez Urrutia», acusó en entrevista durante un foro laboral que organizaron cámaras empresariales y colegios profesionales como Caintra, Canaco y Coparmex de Nuevo León.
«Sabemos que aquí está el fantasma de los sindicatos norteamericanos».
Entre las uniones laborales de Estados Unidos que se infiltran a México mencionó al Sindicato de Trabajadores Automotrices (UAW) y a la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). E incluso al sindicato siderúrgico canadiense Steel Workers.
Consideró que Gómez Urrutia también desestabiliza empresas, como lo hizo en el pasado con mineras, para que una vez en quiebra sean adquiridas por compañías extranjeras que lo harán socio.
Sostuvo además que en la discusión de la reforma laboral también participaron sindicatos extranjeros.
«¿Cómo nos explicamos que en el debate de la reforma laboral recientemente aprobada el 29 de abril, en las discusiones de la Comisión Laboral estuvieran presentes los sindicatos norteamericanos dirigiendo la plana».
Óscar Martínez Treviño, vicepresidente de la Coparmex Nuevo León, coincidió en que la agenda laboral del T-MEC fue dictada por sindicatos norteamericanos.
«Es la primera ley que está dictada desde el extranjero, no es una información secreta porque los sindicatos estadounidenses y congresistas lo han mostrado y ha sido una demanda de estos sindicatos a su Gobierno que las fuentes laborales regresen, haciendo punta de lanza a la industria automotriz».
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Mayo 20, 2019