Mexico podría aprovechar las restricciones comerciales impuestas a Estado Unidos por China o por su amenaza, para mejorar su posicionamiento en ese mercado, destacó Luis de la Calle, director general de la consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera(CMM). Actualmente, México es sólo el 31 proveedor de China (0.6 por ciento). El potencial de crecimiento no es menor ya que las exportaciones de México a China sólo representan 5.2% de lo que exporta Estados Unidos a ese país.
Según CMM, como resultado de los aranceles anunciados, México podría realizar exportaciones de Estados Unidos en China en al menos 465 productos por un monto total de 5,660 millones de dólares, la mayoría manufactureros.
Para el sector primario, la consultoría identificó 86 productos agropecuarios, que en suma representan para México una oportunidad de 218 millones de dólares.
La proveeduría de la economía china es mucho más diversa que la economía estadounidense, ya que Corea del Sur, el principal exportador a China, no alcanza ni 10% de participación en el mercado chino, y los seis primeros proveedores apenas alcanzan, en conjunto, 50 por ciento.
China se caracteriza por ser un importador de materias primas, por lo tanto, las oportunidades para México de sustituir productos estadounidenses en China son más limitadas que las de sustituir exportaciones chinas en Estados Unidos.
De manera paralela a la imposición de medidas arancelarias a Estados Unidos, China buscó diversificar su eficacia y limitar los efectos inflacionarios con la reducción de los precios de la nación más favorecida.
En un evento organizado por el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), De la Calle comentó además que desde noviembre del 2018, China redujo su nivel promedio de la Nación Más Favorecida de 9.8 a 7.5%, y es probable que China lo reduzca más en los próximos meses, en parte como resultado de sus relaciones con Estados Unidos.
Para CMM, el ambiente internacional en que está inmersa la economía mexicana es cada vez más complejo.
No sólo por la eventual desaceleración de las principales economías del mundo, sino también por la falta de instrumentos eficaces para enfrentarla y el mermado compromiso hacia la apertura comercial en un ambiente de crecientes tensiones.
«El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador debe prepararse para un entorno de mayor volatilidad.
La estrategia no debe ser sólo defensiva, debe aprovecharse la oportunidad para lanzar una ofensiva competitiva que permita crecer y ganar participación de mercado», concluyó.
(Fuente: El Economista, Información ,Empresas y Negocios ,Redacción, P21, 17/07/2019)